Hace unos treinta años, Jennifer* se separó de su marido. Su madre acababa de morir y nunca se había sentido tan sola. Entonces descubrió que estaba embarazada. El Tribunal Supremo acababa de decidir el caso Roe contra Wade, y el aborto era ahora una opción legal. Sin nadie que la ayudara, creyó que su única solución al embarazo era abortar. Desesperada, entró en una clínica de California y se sometió al procedimiento. Lo que ella no sabía entonces eran las muchas formas en que una mujer puede luchar después de un aborto. Estudios recientes han confirmado lo que las mujeres han experimentado:
- Las mujeres que han abortado experimentan un 81% más de riesgo de sufrir problemas de salud mental
- Las mujeres que abortaron manifiestan un mayor sentimiento de soledad
- Tras un aborto, entre el 20 y el 30% de las mujeres manifiestan dificultades psicológicas, como ansiedad, estrés postraumático, depresión, trastornos del sueño y consumo o abuso de sustancias.
Por desgracia, al igual que Jennifer, muchas mujeres no saben que ésta podría ser su historia y se sorprenden al descubrir que un aborto afectó a su salud y a sus relaciones. A veces ni siquiera saben que existe una conexión entre las formas en que están luchando y un aborto pasado. Al sentirse solas, culpables, confusas y/o avergonzadas, a menudo no buscan ni encuentran la ayuda que necesitan. Durante treinta años, Jennifer luchó contra la depresión y ni siquiera podía celebrar el Día de la Madre con los hijos que tenía.
Gracias a Selah, su historia cambió. Jennifer fue invitada a uno de nuestros grupos de apoyo tras un aborto. En ese entorno compasivo y sin prejuicios, empezó a experimentar la esperanza por primera vez en más de tres décadas. Descubrió que sus emociones eran comunes a las de muchas otras mujeres que habían abortado. Se relacionó con personal formado y atento que la ayudó a procesar sus sentimientos y a encontrar la paz. Por primera vez, era libre de disfrutar de su familia de formas que creía imposibles para ella. Su futuro estaba lleno de esperanza.
Si has abortado y te pillaron desprevenida los síntomas físicos o emocionales; si no esperabas arrepentirte de tu decisión y has descubierto que sí; si te sientes sola y no tienes a nadie con quien hablar de tu experiencia abortiva, Selah también está aquí para ti. Deja que te ayudemos a redescubrir la belleza de tu vida.
*no es su nombre real